Las tecnologías de la información han traído consigo un nuevo síndrome llamado text neck o cuello de texto. Este trastorno se deriva de la mala postura que adopta el cuello por el uso constante de dispositivos electrónicos, en especial por la utilización excesiva del smartphone

Pero, ¿cuál es el origen de este síndrome? El primero en hablar del text neck fue el quiropráctico estadounidense Dean L. Fishman. El término, acuñado en 2008, hace referencia al conjunto de síntomas que afectan a los músculos y al esqueleto al forzar las cervicales y adoptar una postura potencialmente lesiva. 

 

¿Qué implicaciones tiene el text neck en nuestra salud?

 

Como ya hemos visto, el text neck es un síndrome reciente, debido a la rápida expansión de la tecnología, aunque se desconocen sus consecuencias a largo plazo.  

Sin embargo, es posible señalar los efectos más comunes que puede provocar en nuestra salud, como rigidez de cuello, dolor de hombros y cefaleas. No obstante, también puede producir otros síntomas

• Aparición de contracturas musculares. 

• Desplazamiento posterior del disco derivado de la flexión cervical. 

• Mareos. 

• Alteraciones en el alineamiento de las vértebras. 

• Inflamación y dolor de las carillas articulares. 

• Además de los problemas musculares, pueden darse complicaciones como insomnio, bruxismo y otras alteraciones neuronales. 

 

Desde el punto de vista estético está relacionado con la aparición de signos prematuros de envejecimiento en el cuello, sobre todo en personas jóvenes. Se le conoce como tech neck

 

Consejos para evitar o reducir las repercusiones del text neck

 

Después de conocer qué es el text neck, ¿crees que afecta a tu salud? Si presentas algunos de sus posibles síntomas, estos consejos te pueden ayudar a mejorar:  

1. Reducir el uso del smartphone. Aunque dependemos de la tecnología a nivel personal y laboral, es importante ser conscientes y moderar su uso. 

2. Practicar ejercicio físico para evitar el sedentarismo y desconectar de la tecnología. Realizar estiramientos o deportes como el yoga o el pilates puede ser de gran ayuda. 

3. Corregir tu postura. Muchas lesiones pueden producirse por mantener durante mucho tiempo posturas incorrectas. Cambiar de posición cada 15 o 20 minutos puede aliviar la fatiga muscular. 

4. Colocar el smartphone o la pantalla del ordenador al nivel de tus ojos. Así, podrías evitar forzar el cuello y prevenir la carga muscular de la zona. 

 

Acudir a un quiropráctico es esencial para establecer pautas y cambios posturales que nos ayuden a aliviar las molestias musculares. Pide tu cita para cuidar tu salud, ¡te esperamos!