El diagnóstico de la fibromialgia puede resultar duro para quien lo recibe. Se trata de una patología que aún no tiene cura. Sin embargo, sí hay tratamientos que ayudan a controlar sus síntomas. La quiropráctica es uno de ellos.
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia es una patología que provoca dolor crónico musculoesquelético de forma generalizada. Suele afectar a los tejidos blandos del cuerpo. Aunque no se han determinado las causas exactas de su origen, se cree que puede deberse a un funcionamiento anormal del sistema nervioso central.
Quienes la padecen tienen puntos sensibles en el cuerpo que provocan dolor al presionarlos. También se les conoce como tender points. Suelen situarse en el cuello, los hombros, los brazos, la espalda, las caderas y las piernas.
Su diagnóstico es clínico, es decir, no se basa en ninguna prueba médica. Si el dolor generalizado persiste más de 6 meses y se manifiesta al presionar varios de esos puntos sensibles, se puede sospechar de una fibromialgia.
Aparece con mayor frecuencia en mujeres, sobre todo jóvenes y de mediana edad. Por eso, esta patología a veces pasa desapercibida en varones.
Además del dolor generalizado, la fibromialgia puede causar estos síntomas
- Fatiga generalizada.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Dolor de cabeza.
- Rigidez articular.
- Hormigueo o adormecimiento en manos y pies.
- Falta de concentración y memoria.
- Depresión y ansiedad.
La quiropráctica puede ser un tratamiento efectivo para la fibromialgia
La organización EULAR (European Alliance of Associations for Rheumatology) recoge la quiropráctica como uno de los posibles tratamientos para la fibromialgia. Los ajustes vertebrales, los estiramientos y los masajes han reportado beneficios en pacientes con esta patología.
El tratamiento quiropráctico consiste en aliviar los síntomas de la fibromialgia y mantener la capacidad funcional de los músculos y articulaciones. Ten en cuenta que la rigidez articular hace que los músculos pierdan su flexibilidad natural. Esto puede ocasionar dificultades al paciente para realizar sus tareas cotidianas. Además, la quiropráctica contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso central.
Así, los ajustes quiroprácticos van orientados a disminuir el dolor y la fatiga, mejorar el sueño, reducir el estrés y favorecer una buena movilidad articular.
La quiropráctica es una disciplina segura que puede ayudarte a aliviar los síntomas de la fibromialgia. A través de técnicas manuales e indoloras te ayudaremos a mejorar tu calidad de vida. Reserva ahora tu cita con nosotros.