Puede que nunca hayas escuchado hablar de la articulación temporomandibular (ATM), pero resulta imprescindible en tu vida diaria. Te permite hablar, masticar y bostezar de forma correcta. Conecta la mandíbula con el lateral de la cabeza (tenemos dos, una a cada lado). Sin embargo, cuando esta articulación no funciona bien, puede dar lugar al trastorno conocido como disfunción temporomandibular.
¿Qué es la disfunción temporomandibular?
Se trata de un conjunto de alteraciones que afectan a la articulación temporomandibular y provocan dolor orofacial y molestias en los músculos de alrededor. Quienes padecen alguna disfunción temporomandibular suelen contraer la mandíbula y rechinar los dientes (bruxismo). Esto hace que aumente la presión en los músculos y se inflamen.
Alrededor de tres millones de personas padecen una disfunción de la articulación temporomandibular, según la Organización Colegial de Dentistas de España. El origen de este problema puede ser muy variado: desórdenes congénitos y del desarrollo, maloclusiones (mordida inadecuada), cervicalgia, estrés y ansiedad, etc.
Disfunción de la articulación temporomandibular: síntomas frecuentes
- Rigidez en los músculos de la mandíbula.
- Sensibilidad dental.
- Dolor orofacial, es decir, en la cabeza, mandíbula y oído.
- Bloqueo o movimientos limitados de la mandíbula.
- Dificultad o molestias al masticar.
- Chasquido de la articulación temporomandibular al abrir y cerrar la boca.
- Dolor de cabeza.
Quiropráctica, un efectivo tratamiento para la ATM
Muchos prueban con medicamentos analgésicos de venta sin receta. Otros acuden al dentista y usan férulas de estabilización, como placas de mordida o férulas nocturnas, para intentar aliviar las molestias. Sin embargo, la mayoría de pacientes que acuden a nuestro centro quiropráctico nos cuentan que el dolor de la ATM no disminuye con estos tratamientos.
El tratamiento quiropráctico puede reducir los síntomas de la disfunción temporomandibular en un periodo de entre 3 y 6 meses. Así lo confirma un estudio realizado por la revista Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics.
Gracias a los pequeños movimientos del ajuste quiropráctico, se libera la presión en la mandíbula, el cuello y la columna vertebral. En consecuencia, se alivia el dolor. Por tanto, la quiropráctica es una tratamiento seguro y efectivo para mejorar los síntomas de la disfunción temporomandibular.
Además, en nuestro centro quiropráctico en Sevilla te recomendamos ejercicios para relajar y estirar los músculos de la mandíbula. Si te han diagnosticado una disfunción temporomandibular, reserva ahora tu cita con nosotros.